LC-Architects, rue Rivoli, Paris, France
La arquitectura no es hoy una disciplina autónoma, sino un cajón en el que caben, y deben estar, entre otras, la poesía, la literatura, las artes plásticas y decorativas, la técnica, la tecnología, la filosofía, la historia, la arqueología, la ingeniería, la analítica, el periodismo, el derecho, la economía y/o la sociología.
Entiendo así nuestro trabajo como el equilibrio necesario entre los dos platillos de una balanza: en el primero colocamos los encargos ligados a nuestra vida cotidiana y en el segundo, las creaciones que nos definen como miembros críticos de nuestra sociedad.
Al segundo platillo de esa balanza le llamamos "intuiciones" y son el resultado de nuestras lecturas, nuestros filtros y nuestros recuerdos.
En nuestro trabajo diario intentamos dar una respuesta bella y emocionante a nuestras condiciones de partida. En nuestras evasiones, por el contrario, reflexionamos sobre el diseño previo de esas condiciones. En nuestro trabajo intentamos ser resolutivamente creativos.
En nuestras propuestas intuitivas, nos conformamos con ser subversivos.