El pasado 11 de junio de 2010 falleció en Boston (EE.UU.) a los 65 años de edad, el profesor William Mitchell (Australia, 1944), ex decano de la Facultad de Arquitectura del Instituto de Tecnología de Massachusetts (el prestigioso MIT). Licenciado en Arquitectura por la Universidad de Melbourne, completó sus estudios en las universidades de Yale y de Cambridge antes de enseñar en la Universidad de California en Los Ángeles y en Harvard.
Arquitecto fundamentalmente teórico fue el ideólogo de la ampliación del campus del MIT (2004-2010) y a él se debe la contratación de Frank Gehry para la construcción del Stata Center y de Steven Holl para el Simmons Hall.
Al leer el obituario que hoy le dedica David Alandete en el diario EL PAÍS (23 de junio de 2010, página 39) me ha interesado la opinión de Mitchel sobre la historia del automóvil:
“La industria del automóvil sigue anclada en el año 1908, cuando se diseñó el Ford modelo T: diseña coches de elevada potencia y gran capacidad para recorrer largas distancias. Ese principio hace que los automóviles sean altamente ineficientes para recorrer espacios urbanos”.
La reflexión es perfectamente aplicable al mundo de la arquitectura: somos capaces de construir edificios cada vez más inteligentes y complejos , técnica y tecnológicamente muy avanzados, deslumbrantes, pero quizá ineficientes cuando buscas el calor o la atmósfera de los antiguos hogares.
Mitchell tenía su particular visión del problema:
“Construyes un entorno físico que sea muy flexible, muy adaptable a las necesidades humanas más básicas. Cosas muy simples, como la luz natural, paredes de cristal, ventanas que se puedan abrir y cerrar, lugares cómodos para sentarse, espacios de los que te puedas apropiar para reunir a un grupo y en los que se pueda inyectar la tecnología para crear lugares muy centrados en el ser humano. Esa es nuestra filosofía”.
Luis Cercós (LC-Architects)
http://www.lc-architects.com/
luiscercos@hotmail.es
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