La fin de l’anné, c’est le moment où l’on parle de budget dans nos entreprises. Con esta frase, “el fin del año es el momento donde se habla de presupuestos en nuestras empresas”, comienza Didier Pourquery, redactor jefe de Monde Magazine, el suplemento dominical del diario francés Le Monde.
Como estoy estos días por París diseñando el futuro próximo de nuestro estudio de arquitectura, me parece que la frase bien puede servir para comenzar la entrada de este día de post-Navidad.
Me encantaría hablar de presupuesto, pero no sé todavía cuál será el que nuestro estudio manejará el próximo año. Tampoco sé si en 2010 hemos ganado o perdido dinero. Seguramente hemos hecho esto último porque en este momento apenas nos queda saldo para pagar la cuota mensual a la seguridad social. Estamos vivos y con ilusiones renovadas, en cualquier caso. Algo que no pueden decir el 40% de nuestros compañeros (aquellos que no han conseguido encargo alguno en los dos últimos ejercicios).
Me encantaría hablar de presupuesto, pero no sé todavía cuál será el que nuestro estudio manejará el próximo año. Tampoco sé si en 2010 hemos ganado o perdido dinero. Seguramente hemos hecho esto último porque en este momento apenas nos queda saldo para pagar la cuota mensual a la seguridad social. Estamos vivos y con ilusiones renovadas, en cualquier caso. Algo que no pueden decir el 40% de nuestros compañeros (aquellos que no han conseguido encargo alguno en los dos últimos ejercicios).
Poco a poco, año a año, vamos incrementando el curriculum de nuestro atelier de arquitectura. Poco a poco vamos perfilando un estilo de trabajo basado casi exclusivamente en la ausencia de él. Nos interesa continuar haciendo arquitectura sin incrementar el patrimonio arquitectónico construido. Construyendo sobre solares ya construidos vamos perfilando una manera de diseñar. En 2008 reinterpretamos la tradición madrileña de decorar las fachadas de los edificios (C/ Orellana, 5 – Madrid); en 2009 demostramos que una vieja casa-corredor podía acoger viviendas cómodas, pequeñas, juveniles y contemporáneas, sin renunciar a la tipología tradicional de este tipo de edificios madrileños y en 2010 hemos finalizado nuestro proyecto más ambicioso, el Centro Tecnológico de Audiovisuales, construido sobre los muros de tapial de una bodega decimonónica (quizá más antigua aún) que durante el siglo XX fue cine rural. Proyectos todos ellos que van perfilando el tipo de estudio de arquitectura que queremos llegar a ser.
Mañana más. Hoy por el momento, gusto de terminar esta entrada como Mr. Pourquery cierra la suya: Joyeux Noël!
No hay comentarios:
Publicar un comentario