Cuando recibimos el encargo por parte del Ayuntamiento de La Solana, para la realización del proyecto básico de un pequeño comedor de 60 plazas para el colegio público del Humilladero, lo primero que hicimos fue desplazarnos al lugar y empaparnos In Situ del contexto de la futura construcción. Desde LC-Architects consideramos que el análisis del lugar y su relación con el entorno próximos resultan imprescindibles para llevar a cabo cualquier tipo de intervención de una mínima calidad proyectual.
Durante la visita, tuvimos muy en cuenta aspectos tan importantes como la orientación, los principales recorridos, la escala de las edificaciones colindantes, la vegetación preexistente, las vistas más interesantes, etc. Con toda esta información del lugar y con un programa, perfectamente definido por parte del cliente, en el que aparece un comedor para sesenta escolares, una gran cocina, lavadero, despensa, cuarto de limpieza, aseos, etc. comenzamos a abordar el proyecto.
La solución adoptada fue un pequeño volumen sencillo al exterior, con un muro ligeramente expresivo gracias a su pequeña desviación con la alineación del resto de edificaciones anexas, en este muro se encuentra un gran paño de vidrio orientado de forma que produzca el soleamiento más optimo en las horas en las que los escolares comen. Dos accesos principales, uno para los empleados de cocina a través de la calle contigua al edificio, y otro acceso para los comensales, desde el patio de juego, accesos claramente diferenciados e independientes. Por lo tanto el interior del comedor se diseña principalmente atendiendo a los recorridos interiores y a los accesos de los usuarios, trabajadores y mercancías.
En el lado ciego del volumen del comedor se plantea una pequeña área de espera y esparcimiento para los padres que esperan a su hijos en la puerta del colegio, ya que tras la toma de datos inicial, nos percatamos de que los padres se veían obligados a esperar en la puerta del colegio. De esta forma conseguimos conservar también el mayor numero de arboles y a su vez ponerlos en valor integrándolos en el proyecto.
Como resultado, la propuesta planteada, resulta muy sencilla al exterior, con un interior enormemente expresivo y singular, un lugar acogedor y versátil donde los escolares puedan esparcirse y evadirse del colegio durante un par de horas al día. Desde nuestro estudios no entendemos un proyecto, por muy pequeño y ajustado que pueda ser su presupuesto, sin que este funcione como una máquina perfecta para la cual fue concebido.
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