sábado, 31 de marzo de 2012

mezquindades



INTERECONOMÍA o la forma de actuar de los medios de información (desinformación) del neoliberalismo.

Arquitectura y NEOHUMANISMO

Las grandes revoluciones personales son seguramente fruto de una íntima y previa catarsis. En eso estoy desde hace ya bastantes meses (años quizá). Echo la vista atrás y no me reconozco en muchos de los perfiles que fui o de los disfraces que vestí en el pasado. Poco a poco voy encontrando mi lugar en el mundo (América del Sur, sin duda), mi autentica vocación y, con la ayuda definitiva e insustituible de mi esposa, mi verdadera esencia. Dentro de pocos días cumpliré 47 años acercándome al medio siglo de vida. Siento que afortunadamente he caído (como Pablo de Tarso) del caballo equivocado en el que estaba montado. Un caballo, como el de Troya, falsamente inocente y hermoso.

A principios de año cambié la cabecera de este blog y vuelvo a hacer lo mismo, casi coincidiendo con la satisfacción de haber superado las 200.000 visitas. No es casualidad que lo haga al día siguiente de la octava huelga general de una España imperfecta pero razonablemente democrática.

He tardado mucho tiempo en encontrar mi posición política y lo he hecho por enfrentamiento al avance de un neoliberalismo radical y fundamentalista que ha traído (somos testigos privilegiados y afectados todos) la mayor crisis económica de los últimos 100 años.

Quizá haya muchas maneras de luchar contra lo que está ocurriendo pero yo, desde ya, me afilio a la que más me convence: el humanismo. Y para que quede claro contra quien estoy, los neoliberales, me permito también usar idéntico prefijo: neohumanismo.

A partir de hoy, este será mi decálogo:

Ningún ser humano está por encima de otro.

Nada está por encima del ser humano.

Los hombres y las mujeres son iguales en derechos y obligaciones.

Todos los derechos podrán ser reclamados y alcanzados. Las obligaciones y responsabilidades deben ser asumidas.

Todos los seres humanos deberían tener idénticas oportunidades.

La educación y la sanidad pública debe ser libre, universal y gratuita. La vivienda digna para todos es posible.

La diversidad personal y la diversidad cultural son innegociables. No a la discriminación, ni a la colonización ni a cualquier forma de neoimperialismo.

Los Estados, mientras existan, deben ser laicos. La religión es un asunto exclusivamente privado.

Todos los seres humanos tienen derecho a elegir su identidad sexual.

Luis Cercós (LC-Architects)

LC-Architects: Camino del Sur

LC-Architects: Madrid - París - Buenos Aires - Santiago de Chile - Río de Janeiro - Montevideo

miércoles, 28 de marzo de 2012

sábado, 24 de marzo de 2012

Nueva tienda de Zara en la 5ª Avenida de New York


El pasado 15 de marzo abrió Zara su tienda más innovadora en la Quinta Avenida de Nueva York. Desde allí está enseñando al mundo su nueva imagen de marca.

A pesar de ser una tienda de ropa a precios razonables, la imagen de la tienda se asemeja a la de una boutique de lujo: tienda minimalista, 3000 m2 muy luminosos, espacios separados por biombos traslúcidos y predominio del color blanco.

Entre 2012 y 2020, la marca reformará las 1800 tiendas que Zara tiene abiertas alrededor del mundo. La matriz, Inditex supera así las 5500 tiendas.

LC-Architects (Buenos Aires – Madrid)

el camino de la esperanza

Edgar Morin, filósofo (París, 1921), ha escrito junto a Stéphane Hessel un libro que se está convirtiendo en uno de lo más vendidos, El camino de la esperanza (Paidós-Destino). A su paso por Madrid, ha dejado reflexiones como está (EL PAÍS, 14 de marzo de 2011, página 41):

El capitalismo no es eterno, pero tampoco está muerto. Se ha transformado, consagrando la hegemonía del capitalismo financiero. Se trata de poner fin a esa hegemonía, que es la del dinero, la del beneficio, la de lo cuantitativo. En su último libro, Rocard confiesa haber disfrutado de varios momentos de felicidad en su vida: ninguno de ellos tiene relación con el dinero. Es verdad que la política no puede producir la felicidad ni el amor, pero puede establecer que merece la pena perseguir esos objetivos. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, lo ha expresado mediante la idea del bien vivir.

LC-Architects (Buenos Aires – Madrid)

EDE, La Peste y cosas que hacer en los AEROpuertos

Me gusta escribir este blog pero la dureza de este inicio de 2012 me ha impedido centrarme en lo que me gusta para seguir haciendo, muchos meses ya, lo que las circunstancias obligan: atender permanentemente lo “urgente” en lugar de lo que consideramos verdaderamente “importante”.

Tomar un avión, además de servir para llegar a un lugar en el que hay asuntos que resolver, sirve para sentarse en un asiento (del aeropuerto) y esperar. A veces minutos, a veces horas. Siempre tengo algo que leer cuando voy hacia el aeropuerto. El viaje también sirve para eso, pues no me suele gustar mirar la pequeñísima pantalla alojada en el asiento de delante. Tomar un avión me sirve para cerrar los ojos y dormir o abrirlos y leer. También leo en otros sitios, siempre que puedo, pero no sé por qué, en los aeropuertos y en los aviones leo más y mejor.

El pasado 14 de marzo me llamó la atención un artículo de opinión de Jordi Muixi (EL PAÍS, página 27, la extrema derecha económica). Su inicio despertó mi curiosidad:

De lo mucho que se ha hablado hasta ahora de la crisis económica hay dos aspectos que resultan sorprendentes: el tratamiento de la economía como una ciencia pura que no admite discrepancias y su carácter (políticamente) aséptico, desvinculado de cualquier ideología. Parece como si todo lo que está pasando sea irremediable, que nadie sea responsable, que nadie sea dueño de su vida y que todos aceptamos resignadamente las consecuencias deshumanizadoras de una enfermedad que nos destruye como personas y como sociedad.

Nunca había pensado en la crisis de esta manera, pues lo he hecho siempre desde la perspectiva contraria, pensando que lo que está ocurriendo sí que tiene ideología: una extrema derecha neoliberal que ha atrapado en sus redes a la mayoría de la población de una determinada parte del mundo.

En el tercer párrafo del artículo, el periodista ya explica que en realidad la ausencia de ideología se refiere a la veneración y obediencia ciega a una ideología única: la del propio dinero.

No es capitalismo regulado, sino la forma más salvaje de capitalismo despojado de cualquier aspiración moral que solo responde a los intereses de lo que podríamos denominar la extrema derecha económica.

Con todo, lo que más me gustó del artículo fue su final:

¿Acaso no fue ideológico permitir al mundo financiero la brutal irresponsabilidad de las hipotecas basura?

Al igual que yo, Jordi Muixi aprovecha su paso por los aeropuertos para leer todo lo que cae en sus manos o se encuentra en la visual de sus ojos:

Hace algunos años, en un aeropuerto extranjero, me topé con una inmensa pared en la que solo había un diminuto anuncio publicitario. Se veía la imagen de una tarjeta de crédito y debajo se leía: “todo lo demás es exceso de equipaje”. Si esa extrema derecha económica consigue que nuestro exceso de equipaje sean los sentimientos, la relación con los demás, la exigencia de dar un sentido a nuestra vidas y reivindicar una sociedad más justa para nuestros hijos, es posible que la peste (en referencia a la novela de Albert Camus, donde la peste se propaga a través de lo más oscuro del ser humano) esté cerca. Entonces cabría preguntarnos por el motivo del propio viaje y hacia dónde nos dirigimos realmente.

LC-Architects

Buenos Aires – Madrid

Fotografía: Albert Camus lee en 1953 el periódico en el Mercado de la Pulgas en París (AFP).

sábado, 17 de marzo de 2012

Parecidos Razonables



Cada vez estoy más convencido de que estos artículos tienen vida autónoma. Hoy, por ejemplo, estaba navegando por la red en busca de imágenes de la Casa do Brasil de Madrid (Luis Afonso d'Escragnolle Filho y Fernando Moreno Barberá, 1959-1962), edificio sobre el que inicialmente pensaba escribir, cuando apareció, aparentemente sin relación, la primera de las fotografías que ilustra esta entrada: la casa doble (Le Corbusier, Stuttgart, Alemania, 1926-1927). Conocía la fotografía, pero no había reparado hasta hoy en el enorme contraste entre la mujer, el coche y el edificio. Extrayendo por separado cada uno de los elementos, la mayoría de las personas situarían a la mujer y el automóvil allá por 1920, mientras que el edificio lo supondrían construido muchos más años después y nunca antes de la segunda mitad del XX. Enorme talento de un creador cuando se adelanta en 30 años a sus contemporáneos.


La Casa do Brasil me llevó a la casa doble y ésta última al Aluminaire (Albert Frey & A. Lawrence Kocher, Long Island, USA, 1930-1931), el único edificio a escala natural de la muestra de Allied Arts and Building Products, organizada conjuntamente con la 45ª exposición anual de la Architectural League y celebrada en el Grand Central Palace de Nueva York del 18 al 25 de abril de 1931. La construcción, completamente preindustrializada, se montó en el plazo de 10 días. No conocía la relación de Frey con Le Corbusier, pero resulta evidente a la vista de ambos edificios. Una rápida visita a mi biblioteca me lo confirma:


Frey no tuvo reparo en reconocer la influencia de su mentor y la similitud de Aluminaire con las casas que Le Corbusier había realizado para una muestra celebrada en 1927 en Stuttgart. (Gloria Koening, Frey, Taschen, 2008, página 21 y siguientes).


Los que sigáis este blog ya sabéis que la arquitectura es medio para hablar de lo que me interesa o me preocupa y no un fin en sí misma, por lo que ya hablaremos en otra ocasión de estos tres edificios. Me quedo hoy con la personalidad del último de los arquitectos citados y el magnífico párrafo con el que Gloria Koening nos lo presenta:


Era un hombre elegante y sencillo que vestía pantalones y camisas de seda a juego, practicaba yoga haciendo el pino dos veces al día, nadaba a menudo en su piscina y vivió hasta los 95 años.


Se dedicó a la arquitectura porque era el sueño de su padre, pintor de paisajes al óleo y a la acuarela, hijo a su vez del propietario de un taller de litografía e imprenta donde el nieto llegó a ser, antes de finalizar sus estudios, director creativo: 3 generaciones en busca de una misma vocación. “Mi padre me hablaba de ello continuamente y en cierto modo fue quien me convenció para que me dedicara a ello


En 1940, muchos años después de todo eso, Albert Frey construyó una pequeña casita de invitados de una sola habitación y su padre, ya viudo, abandonó su Suiza natal para pasar los últimos meses de su vida junto a su hijo y usó esta pequeña construcción como estudio de arte para pintar las montañas nevadas de San Jacinto (Palm Springs, California, USA), dicen que asombrosamente parecidas a los Alpes suizos.


En 1945, la aparición de la casa de Frey en la revista italiana Domus hizo que su obra fuera conocida y aclamada internacionalmente. No puedo imaginar mejor final para esta historia de padres, hijos y maestros.


Yo en estos momentos, pienso en los míos.


Luis Cercós (LC-Architects)

martes, 6 de marzo de 2012

decrecimiento o "lógica del caracol"



"El caracol construye la delicada arquitectura de su concha añadiendo una tras otra las espiras cada vez más amplias; después cesa bruscamente y comienza a enroscarse esta vez en decrecimiento, ya que una sola espira más daría a la concha una dimensión dieciséis veces más grande, lo que en lugar de contribuir al bienestar del animal, lo sobrecargaría”. (En “la lógica del caracol” de Ivan Illich)
El decrecimiento es una corriente de pensamiento favorable a la disminución regular controlada de la producción y del consumo con el objetivo de establecer una nueva relación de equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, pero también entre los propios seres humanos. Rechaza el objetivo de crecimiento económico permanente como forma de supervivencia. En palabras de Serge Latouche: la consigna del decrecimiento tiene como meta, sobre todo, insistir fuertemente en abandonar el objetivo del crecimiento por el crecimiento, [...] En todo rigor, convendría más hablar de "acrecimiento", tal como hablamos de "ateísmo".
Muchas organizaciones por el decrecimiento han adoptado como logo el caracol, en referencia a las palabras de Iván Illich sobre la "Lógica del Caracol".