El Mirador Sanchinarro (Madrid) de MVRDV & Blanca Lleó incide sobre la individualidad del ocupante actual de los residenciales colectivos. También lo hace, aunque de otra manera, la construcción, ideológicamente experimental, de 100 viviendas unifamiliares en Quinta Monroy, Iquique (en la tercera fotografía), en el desierto chileno. En este segundo caso la gran innovación filosófica consiste en la renuncia expresa del arquitecto (Alejandro Aravena, Chile, 1967) a finalizar completamente su proyecto. Consigue así construir y entregar una unidad básica de bajo coste que posteriormente, según las posibilidades económicas y las necesidades del usuario, puede ser más o menos personalizada, intervenida y ampliada.
La reflexión sobre la existencia, más o menos consentida, de lagunas legales ha llegado a fomentar en otros lugares arquitecturas de vanguardia y contraataque que aprovechando la realidad afrontan cuestiones más profundas: la normativa actual y la sucesión de normas urbanísticas ha provocado y mantiene, en determinados edificios y circunstancias, interiores oscuros y mal ventilados. Por eso la intervención individual, precaria (y en ocasiones alegal) de sus ocupantes, a la vez que soluciona egoístamente su problema, puede llegar a formar composiciones arquitectónicas de moderna actualidad.
Luis Cercós (LC-Architects)
No hay comentarios:
Publicar un comentario