El "monumento" como "documento". De la misma forma en que el cuerpo humano se va llenando de marcas y cicatrices (corporales y espirituales) a lo largo de su vida, los edificios restaurados no deberían renunciar a incorporar sobre su piel los daños que han ido sufriendo. En Chile, los efectos de los terremotos son momentos históricos a los que los edificios deben también sobreponerse, pero no ocultarse. Yo, en cualquier modo, lo entiendo así.
Luis Cercós
Santiago, Chile