La última vez que visité España encontré en uno de los Vip's (restaurantes de comida semi-rápida de mucho éxito allá, que tienen a la entrada una tienda en la que se pueden comprar libros, música, regalos) un libro sobre autofotos femeninas que me pareció cargado de erotismo. Llegué a pensar que las fotos realizadas por mujeres, sobre su propio cuerpo, siendo ellas fotógrafo y modelo a la vez, eran mucho más interesantes -artísticamente hablando- que la mayoría de las fotografías de desnudo femenino.
Hoy he encontrado en internet un blog que reúne algunas de estas imágenes. Se trata del blog de Metolcuatro (Metol4), un grupo de acción fotocinematográfica que tiene sus talleres artísticos en la calle San Pedro 6 de Madrid (exposiciones fotográficas, lecturas de literatura, proyección y realizaciones en super-8 mm, artisex), especialmente interesados en la fotografía en blanco y negro.
Fuente: http://metolcuatro.blogspot.com
Pero lo más interesante de este tipo de fotografías tiene que ver con el concepto de autoimagen (conocida en inglés como self-image): la representación mental que se tiene de uno mismo, generalmente resistente al cambio, y que no representa solamente los detalles que pueden estar disponibles a la investigación u observación objetiva de otros (como la altura, peso, color del cabello, género, IQ, etc.), sino también los elementos propios que se han aprendido acerca de sí mismo, ya sea por experiencias personales o por la internalización de los juicios de los demás. Una definición simple de lo que representa la auto-imagen de una persona es la respuesta a esta pregunta - "¿Qué es lo que cree o piensa la gente de usted?".
Así, las autoimágenes se podrían clasificar en tres tipos:
- Autoimagen resultante de cómo el individuo se ve a sí mismo.
- Autoimagen resultante de la forma en que otros ven a la persona.
- Autoimagen resultante de la forma en que el individuo percibe lo que ven los demás de sí mismo.
Estos tres tipos pueden, o no, configurar una representación exacta de la persona. Aunque todos, algunos o ninguno de ellos puede ser cierto.
Un término más técnico que la autoimagen, utilizado comúnmente por los psicólogos sociales y cognitivos, es el llamado autoesquema. Como cualquier esquema, éstos almacenan información e influyen en la forma de pensar y recordar. Por ejemplo, la investigación indica que la información que se refiere a sí mismo es preferentemente codificada y evocada en las pruebas y tests de memoria, un fenómeno que se conoce como codificación autoreferencial. (Fuente: wikipedia).
Y también podríamos continuar hablando de autorretratos. Lo veremos en una próxima entrada.