Desde el principio, allá por 2012, algunos desprendimientos de las capas de pintura dejaban ver colores antiguos en la fachada del Club Domingo Fernández Concha, el edificio anexo a la casa Goycolea. Aunque en la casa Goycolea el porcentaje de revestimiento original era muy alto (cercano al 90% en la planta primera, y en muy buen estado), no ocurría así en el ex Club (un porcentaje inferior al 30%, de datación cronológica más dudosa y en peor -mucho peor- estado de conservación).
La preocupación, por tanto, era enfrentar -tras la restauración- de forma armónica una fachada con un alto contenido de revestimiento histórico (casa Goycolea), con otra que tenía mucho menos material original. Ambos edificios hoy forman parte de un mismo conjunto monumental. Por este motivo decidimos llevar hasta sus últimas consecuencias un mismo criterio de reintegración, ya se tratase de lagunas pequeñas, lagunas de mediana extensión, o lagunas de gran extensión.
Entendemos así que ambas fachadas se transforman hoy en una, reduciendo el contraste entre los diferentes porcentajes de nuevo y viejo de los antiguos edificios.
Luis Cercós
Santiago, Chile