viernes, 11 de julio de 2014
¿Arquitectos o diplomados en Arquitectura?
Uno de los arquitectos más famosos del siglo XX -y muchos otros más- no estudió arquitectura. Tampoco pudo -o no quiso- estudiar el bachillerato. Hijo de un cantero, María Ludwig Michael Mies (Aquisgrán, 1886 - Chicago, 1969) comenzó a trabajar en una fábrica de cornisas a la edad de 15 años. Fue ávido lector durante toda su vida. Combatió en la primera guerra mundial. A su regreso pidió a su ayudante que destruyera todos sus dibujos neoclásicos, rompió también con su esposa y cambió su nombre, reinventándose absolutamente: Mies van der Rohe (anteponiendo al apellido de su madre el conjuntivo holandés). Fue tibio con el nazismo y al cierre de la Bauhaus -que él dirigía por aquellos años- no se marchó del país, sino mucho después. El resto de los profesores se exilió sin excepciones (Kandisky a París; Klee a Suiza; Grosz, Kertész y Josep y Anni Albers, marcharon a los Estados Unidos; Marcel Breuer a Londres; Schwitters a Noruega; y el matrimonio Moholy-Nagy a Holanda).
Todo eso y su posterior etapa en USA está en la nueva biografía del arquitecto, obra del profesor arquitecto Detlef Mertins, de la Universidad de Pennsylvania (Phaidon, 2014).