Nunca he creído que el fin justificase los medios, salvo en casos contadísimos de máxima gravedad. Podríamos hablar de eso. No es el caso del fútbol, por supuesto. Argentina no ha podido ganar. Posiblemente no haya hecho el segundo mejor fútbol de la Copa, pero está claro que al menos es el segundo mejor equipo de la Copa. Y eso es obra de este hombre, Alejandro Sabella, un director técnico de 59 años que ha manejado siempre un discurso conciliador, basado en el trabajo, la humildad y el espíritu de equipo. Un hombre moderado en las victorias y en las derrotas. Un deportista que sabe ganar y que sabe perder. Nunca se lo creyó y seguramente, después de un mundial por encima de las expectativas de la mayoría, pondrá punto final a su etapa como seleccionador argentino. Que vengan otros a continuar un magnífico trabajo. Ha manejado bien los tiempos y las palabras: "esto es fútbol, estamos hablando de un partido de fútbol, no es lugar para revanchas y palabras de guerra". Mucha suerte en el resto de tu vida Alejandro. Enhorabuena.
