domingo, 6 de mayo de 2012

Au Revoir!


No se puede enarbolar el miedo al mestizaje. No se puede uno alinear con lo incomulgable. Francia, una vez más, sigue firme en los principios que la han hecho grande: igualdad entre todos, libertad (de expresión, de reunión, de circulación), fraternidad (entre los pueblos). A pesar de apelar a los miedos de siempre, los ciudadanos franceses, la mayoría de ellos, no han caído en la trampa de la demagogia más radical. Al contrario, han renegado de ella.

Ojalá tenga suerte en su gestión y en su política -lo deseo de corazón- el nuevo presidente.