martes, 6 de abril de 2010

A single man, tom ford, 2009















El pasado domingo fui con mi mujer a ver la opera prima de Tom Ford (Austin, Tejas, 1961), A single man, 2009. Ya se ha hablado mucho de ella y de la magnifica interpretación de Colin Firth (copa Volpi al Mejor Actor en el Festival de Venecia y nominado al oscar 2010).
No me gustó la película. Tampoco me disgustó. Dejémoslo en excesivamente manierista. Ligeramente aburrido y bastante dolorido (todavía convaleciente de mi lumbalgia) admiré la limpia arquitectura de la hermosa casa, parcialmente de madera y elegantemente acristalada, en la que vive el protagonista.En una primera lectura podría parecer que los profesores de universidad norteamericanos están magníficamente pagados, pues la casa fotografía muy bien. Es sin duda una buena casa. Bonita también. Pero al igual que la película, excesivamente perfecta.

El argumento después nos explica que el novio es arquitecto. Presumiblemente el autor ficticio de la casa. No he encontrado en la red a su autor real. Un solvente arquitecto que debió de ejercer allá por los sesenta.
Lo que sí que he encontrado es una referencia al supuesto interés de Tom Ford por la arquitectura. Wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Tom_Ford) dice que encargó casas al español Alberto Campo Baeza y al japonés Tadao Ando.

Por casualidad he recuperado una entrevista que el magazine de El Mundo realizó a Alberto Campo. En ella se cita la relación con el diseñador (ya veremos si a partir de ahora, también y verdadero director de cine).

P.- ¿Cómo contactó con usted Tom Ford?


R.- Me enviaron un fax de su oficina explicándome que Tom Ford quería verme. Le recibí en mi estudio durante una visita suya a Madrid. Dijo que había visto mis obras en una serie de revistas, que ya tenía mis libros y que quería hacerme un encargo. Yo le dije lo que le digo a cualquier cliente: que necesito libertad total. No voy a hacer tonterías, ni nada caprichoso, pero yo soy el que responde. Que necesito el tiempo que haga falta. Prisas no. En lo económico, le dije que me pagara lo que a cualquier arquitecto norteamericano. Aceptó e hicimos un proyecto muy elaborado sobre la antigua casa de su abuela, situada en un área histórica de Santa Fe que no fue aceptado por la comisión que lo evaluó. Querían que fuera more spanish, lo que para ellos significaba que tuviera almenas, rejas en las ventanas, esquinas curvadas... Más tarde me llamó y me dijo que era un arquitecto frustrado y que había empezado a construirla por su cuenta. (http://www.elmundo.es/magazine/m58/textos/mdecoracion.html).

Quizá a Tom Ford no le guste tanto la arquitectura “moderna” como dice Wikipedia y la casa que verdaderamente le gusta es la de la amiga enamorada del protagonista. En cualquier caso, habría que preguntar a Tadao Ando.

Luis Cercós (LC-Architects)

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