Rafael Nadal no solo jugará el próximo domingo su vigésima final de Grand Slam (a 4 del récord absoluto de Roger Federer), sino también -en una carrera que muchos consideraron en sus inicios que sería corta- su partido número 1000 como profesional. La cifra pasará probablemente desapercibida pues computa también sus 166 partidos de dobles (105 ganados, 61 perdidos). En total 63 victorias en torneos individuales (quizá 64, si gana su noveno Roland Garros) y 8 más como doblista: 71 torneos, 104 finales (92 en singles y 12 más como jugador de dobles).
Una carrera que le sitúa entre los más grandes de la historia del tenis (un puesto a decidir entre el 2° y el 5°, según baremos y subjetividad de las listas): 13 títulos de Grand Slam (quizá 14 el domingo); 63 torneos (quizá 64 el domingo, 5° en la clasificación histórica de jugadores); 27 torneos Master 1000 (record); 15 ATP World Tour 500 (récord); medalla de oro olímpico (Pekín 2008); 137 semanas como número 1 (6° en la posición histórica); 9 años consecutivos ganando al menos un torneo de Grand Slam (10 años, si gana el domingo, en ambos casos récord, posiblemente inalcanzables durante mucho tiempo); mayor número de victorias en torneos jugados en pistas exteriores (récord); ... Y muy pronto, el jugador que más tiempo habrá pasado en el top 2 (hoy 385 semanas, a muy pocas de Ivan Lendl y cerca de las 418 que Federer acumuló durante sus años de mayor gloria).
Rafa Nadal, una carrera larga e increíble. Un deportista de leyenda.
