El Aston Martin era el auto de James Bond en las películas protagonizadas por Sean Connery en los años 60. Posteriormente la saga homenajeó a sus antecesoras. En Casino Royal aparecía durante 60 segundos un auto de la misma marca. Pierre Brosnan también se fotografió junto a un Aston Martin DB.
El auto se fabricó entre 1963 y 1965 y en esos años se produjeron 1059 unidades. Muchas para ser un auto de lujo. El éxito de las películas de Bond multiplicaba los pedidos y la marca no podía responder a la demanda. Se produjeron 4 tipos distintos de coches: la versión más producida, el Vantage; el Convertible y el Shooting Brake, siendo el más legendario el Aston Martin DB 5 Vantage, del cuál sólo se produjeron 65 unidades.
Adquirir una de esas 1000 unidades exige hoy una alta inversión, en el entorno de los 300.000 euros.
