domingo, 2 de mayo de 2010

Ojalá


Un mes más y ya estamos en el quinto de este año, a las puertas del paso del Ecuador y todavía seguimos vivos, que en esto de los estudios de arquitectura quiere decir que seguimos “abiertos y proyectando”. Está siendo duro 2010, mucho más que 2009. Pero, en fin, nos gusta esto y es la única forma que sabemos de ganarnos la vida. O quizá, de perderla. En cualquier caso, es nuestra apuesta.

Hoy es domingo y como cada domingo, una parte del día la dedicamos a leer la prensa. En EL PAÍS SEMANAL de hoy (nº 1753, domingo 2 de mayo de 2010, páginas 26 a 32) se entrevista a Jacques Herzog (el 50% del estudio Herzog&deMeuron, 350 empleados y con oficinas abiertas en Basilea (la central), Madrid, Hamburgo, Pekín, Nueva York y Londres. Un milagro.

- ¿Qué siente al mirar al pasado?
- Ternura. Admiración, incluso, por lo que hemos logrado. Pero la certeza de que no volvería atrás.


Conseguir consolidar una firma de arquitectura no sólo obliga a realizar magnifica arquitectura.

- Pierre y yo hemos entendido que en cada proyecto enseñas tanto como aprendes. Diseñar un proyecto es la mitad del trabajo. Diseñar la compañía, la otra mitad.

Quizá no estemos haciendo las cosas completamente mal. Quizá los pequeños fracasos económicos, el ajuste de la plantilla, la reducción drástica de costes, todo eso nos pueda llevar hacia un mejor servicio y hacia una mejor manera de entender nuestro trabajo.

A todos nos gusta trabajar con los medios adecuados, pero es en los momentos de estrechez cuando tal vez, podamos dar lo mejor de nosotros mismos.

En cualquier caso, seguimos.

Un par de páginas más adelante (34 a 55), en el mismo suplemento, se habla de ciudades: en 2020 se calcula que 1.400 millones de personas vivirán en zonas chabolistas.

“Las ciudades fueron el nido de la civilización, el lugar que permitió (y necesitó) que surgieran las leyes, se perfilaran los derechos cívicos, que avanzara la ciencia, el comercio, la industria y las artes. Hoy parecen hormigueros o colmenas, aunque menos organizadas que los de los simples insectos. Sin embargo, los directores de Urban Age Project, Ricky Burdett y Philipp Rode, no ven que esto sólo tenga un fin apocalíptico: las ciudades no representan sólo la concentración de los problemas –aunque así sucede-, sino que son los lugares donde esos problemas se pueden resolver”.

Ojalá. (Del ár. hisp. law šá lláh, si Dios quiere).
1. interj. Denota vivo deseo de que suceda algo.

Luis Cercós (LC-Architects)
http://www.lc-architects.com/

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