Un local de 98 metros cuadrados completamente diáfano en el que sólo hay cuatro protagonistas: tres columnas de fundición, la ropa que allí se vende, el entarugado (qué hermosa palabra) que pavimenta la tienda y la atmósfera que el arquitecto ha conseguido. No hay lugar para lo superfluo, no hay lugar para lo accesorio: materiales hermosamente desnudos y una tenue luz que nos invita a entrar.
Con respecto a las barras de acero en la que se exponen las prendas sólo puedo decir que me gustaría haberlas diseñado yo.
Por cierto, ¿ven como no es necesario colocar rodapiés ni empeñarse en volver a revestir antiguos paramentos? Una pequeña intervención, mínima y reversible, que renueva completamente un viejo local. Enhorabuena.
Un proyecto que gusta. Por eso lo comentamos aquí.
Entarugado, participio pasado de entarugar (pavimentar con tarugos de madera).
Tarugo. Trozo de madera o de pan, generalmente grueso y corto. Zoquete, clavija, pedazo de madera.
El entarugado utilizado por Carlos Quintáns en la tienda Mixing de A Coruña se caracteriza por estar cortado al revés de lo usual por lo que no es posible ver los anillos de madera.
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