No es de extrañar entonces que no sólo nos guste construir sobre lo construido, sino también construir con lo construido. La prefabricación fue un viejo sueño de grandes arquitectos, pero la dificultad de transportar volúmenes restringió sus posibilidades. En cierto modo, ese es el gran problema: el transporte. Salvo, claro está, que usemos para hacer arquitectura elementos pensados inicialmente para ser transportados. Contenedores de barco, por ejemplo.
Muchos estudios de arquitectura han investigado sobre la construcción con contenedores portuarios. No todas las soluciones son igual de brillantes, pero es evidente que la potencia del material original suele generar interesantes resultados. Esta misma semana, en Madrid (España), se puede visitar en la plaza de Sánchez Bustillo (frente al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía http://www.museoreinasofia.es/) el Festival Edición Madrid de Nuevos Creadores. En esta edición (FEM-Artendencias 09) la exposición se aloja dentro de 22 contenedores dónde se han colocado las obras de las decenas de artistas participantes (entre ellos nombres consagrados como los fotógrafos Alberto García Alix, Cristina García Cordero y Chema Madoz, de quienes hablaremos en futuras entregas de este mismo blog).
Entre todos los proyectos que usan contenedores, uno de mis favoritos es la tienda Freitag (http://www.youtube.com/watch_popup?v=-Z6iRVzVK1o#t=214) en Zúrich (Suiza) del estudio Spillmann Echsle Architekten (http://www.search-arch.ch/work.html). Conceptualmente el proyecto es impecable: contenedores reaprovechados para una tienda de bolsos fabricados con lonas recicladas, de las que usan los grandes camiones de transporte internacional para cubrir sus remolques. Los 17 contenedores, elegidos en Hamburgo (ya vividos, ya usados, ligeramente corroídos incluso) fueron transportados a Zúrich en tren hasta su ubicación en un solar de un cruce industrial de caminos. Una vez allí se apilaron unos sobre otros, a la manera de un juego de construcción infantil, hasta terminar en un mirador a 25 metros de altura. El interior diáfano y luminoso se consiguió eliminando las paredes y techos intermedios de los contenedores que ocupan los cuatro pisos inferiores. Los arquitectos explican así su proyecto:
The FREITAG FLAGSHIP STORE IN ZURICH is a new building with commercial store and observation platform. The Geroldstrasse area is largely influenced and shaped by its location between several traffic axes. It contains scattered smaller buildings for vibrant temporary uses as well as intensely used storage wasteland. The project’s presence enriches the area with a publicity appealing daytime use. By setting the structure back from the street, the span of the bordering wasteland area is marked. While the base contains a retail store, the tower figures as a landmark in the midst of the international traffic axes of railway and individual traffic. The seventeen used overseas cargo containers were specially selected in Hamburg and fraught to Zurich by railway, where they were stacked and mounted in a very authentic manner, by applying fastener elements used in the shipping industries. Large window openings provide the showrooms with daylight, and allow views in both directions: from the inside out and viceversa. The customer is led past the range of products, consisting of over 1500 bags, up to an observation platform at approximately 25 meters above ground and thus to an extraordinary view over the city of Zurich, the traffic, the lake and the mountains.
Luis Cercós (LC-Architects)
http://www.lc-architects.com/
Para más información sobre la historia de los hermanos Freitag: http://www.freitag.ch/
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