domingo, 24 de junio de 2018

Renovarse o morir


Siempre he pensado que se pueden encontrar ejemplos en otras disciplinas para mejorar en la nuestra. La semana pasada Fernando Alonso corrió, y ganó, las 24 horas de Le Mans. La semana pasada Roger Federer recuperó una vez más el número 1 de la ATP. En ambos casos, los resultados de años pasados (en el caso de Federer no me refiero, por supuesto, a 2017 sino a los 5 anteriores) parecían encaminarles hacia el retiro. En lugar de pensar en poner fin a sus carreras, han decidido reinventarse. Roger Federer ha modificado su juego, su raqueta y su calendario. En el caso de Alonso, sus objetivos.

¿Qué nuevos objetivos debo yo buscar en este momento de mi carrera profesional?, ¿cuáles son mis fortalezas?, ¿cómo puedo minimizar mis puntos débiles?, ¿en qué sigo siendo bueno y competitivo?, ¿dónde no tengo que peleear?, ¿en qué nuevos proyectos me tengo que embarcar?

Las respuestas no son fáciles. Las decisiones tampoco. Pero una cosa es evidente: haciendo siempre lo mismo, solo podemos aspirar a tener siempre los mismos resultados. Si algo no funciona, no sirve de nada seguir insistiendo.

Creo sinceramente que hoy soy mejor profesional que hace 10 años. Pero a veces, mirando a los jóvenes compañeros he pensado que ellos están mejor preparados que yo para hacer determinadas cosas. La conclusión es cierta: ellos tienen mejor coche que yo, pero yo, sigo siendo mejor piloto que la mayoría de ellos. La clave es encontrar la carrera, o el proyecto, o el tipo de empresa, en la que demostrarlo.

Durante los últimos años he cambiado muchas veces de país. Un país por año, desde 2011. La polivalencia, la capacidad de aprender, la adaptación, ... todo eso está sobradamente demostrado. Es hora, por lo tanto, de poner en práctica las conclusiones. Es hora de dejar de mirar al futuro con urgencia para empezar a ver el presente con ilusión.

Si la competencia corre más que tú, quizá hay que cambiar el mundial de velocidad por el de resistencia.

Si los jóvenes golpean la bola con más fuerza que tú, quizá hay que tomar más riesgos, ajustar la bola a las líneas, cambiar la raqueta. Ellos golpean más, pero tú puedes golpear mejor.

Los jóvenes arquitectos manejan muy bien las herramientas gráficas, pero una computadora no te hace mejor arquitecto.

Si todos (o muchos) proyectan de la misma forma, ... ¿qué más da? Tu siempre miraste la realidad, desde otros puntos de vista. No se trata de hacer las cosas como otros lo hacen. Se trata de seguir creciendo y avanzando en tu propia metodología, aprendiendo de los éxitos y de los fracasos, discriminando entre lo que pasó, lo que hiciste, y lo que no hiciste.

Si "las circunstancias han cambiado", tú también tienes que cambiar, pero eso no significa que tu método, tu forma de conducir o tu forma de jugar al tenis, sea incorrecta. Lo único que significa es "que las circunstancias han cambiado".

¿Qué hacer para adaptarse a las nuevas circunstancias? Lo primero, dejar de pensar en lo que conseguiste y empezar a analizar cómo, cuándo y porqué lo conseguiste. Y a partir de ahí, seguir entrenando los golpes ganadores y empezar a incorporar pequeñas variantes en tu juego. Solo eso: pequeñas variantes en tu juego.

Lo creo sinceramente. Vamos a ver.

Luis Cercós
LC-Architects

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