domingo, 22 de agosto de 2010

Nuevas ciudades del mundo (8): Ceuta, Melilla y Gibraltar


Se ha hablado mucho durante este mes de agosto (en España y posiblemente en Marruecos, claro), pero especialmente aquí y durante la semana pasada de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Sobre todo a propósito de la visita a Melilla del ex presidente Aznar. Curioso viaje: se desplaza allí para hacer declaraciones a la prensa (por supuesto sin admitir preguntar) un ex presidente del gobierno español, en plena crisis por los últimos conflictos en la frontera hispano-marroquí, cuando nunca lo hizo en visita oficial durante sus años de mandato.

Respetando enormemente el derecho de los ceutíes y melillenses a seguir siendo españoles, no estoy tan seguro de que la historia oficial española sea la única historia verdadera. Duda que aumento cuando leo en las Cartas al Director del diario EL PAÍS del pasado 19 de agosto (página 22), la siguiente:

Ceuta y Melilla: hechos históricos (Mohamed Khachani. Universidad Mohammed V. Rabat, Marruecos)

La opinión pública española considera que la “españolidad” de Ceuta y Melilla es debida a su conquista antes de la constitución del Estado marroquí, confundiendo así la llegada de los alauís al trono de Marruecos con la propia creación del Estado. La historia de Marruecos no se reduce a la dinastía alauí, que es la última de una serie de dinastías que gobernaron Marruecos desde los idrisíes en el siglo VIII. De hecho, el Estado marroquí no solo existe como entidad política antes de la conquista (cristiana) de ambas ciudades (Ceuta, inicialmente por los portugueses en 1415 y en 1640 por España y, Melilla, conquistada en 1497), sino que alcanzó una gran potencia en el siglo XII.

Importante cuestión: si la españolidad de estas dos ciudades se basa en esto, tendríamos que concluir que siguen siendo también españolas, por extensión y por ejemplo, las ciudades de Buenos Aires, ciudad de Méjico o Quito, todas ellas fundadas, conquistadas y/o reconquistadas por españoles antes del nacimiento de las actuales repúblicas de Argentina, Méjico o Ecuador. Absurdo, ¿verdad?

Nos guste o no, Ceuta y Melilla son hoy vestigio de un antiguo imperio colonial español y están situadas en un continente africano en el que ya no tiene España intereses geográficos (quizá sí geopolíticos) y que perjudica notablemente la defensa de la territorialidad española sobre la hoy británica Gibraltar.

En todo caso, o dejamos las cosas como están (Ceuta y Melilla, españolas; Gibraltar, británico) o como dice el autor de la carta antes mencionada:

Parafraseando al filósofo francés Pascal, esto provoca la creencia en la existencia de dos verdades: la de este lado del Estrecho es mentira en el otro lado.

Por cierto. No soy el único que tiene dudas con este asunto pues fácilmente he encontrado en la red la opinión de otro español escéptico: http://www.gonzaloarias.net/gibraltar/textos/3trilogia.htm

Pero claro, no todos tenemos tan claro el lugar en el que encontrar la verdad como parecen tenerla los dirigentes del español Partido Popular y muchos de sus afiliados.

Luis Cercós (LC-Architects)
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luiscercos@hotmail.es

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