La serie se publicó con cierta asiduidad hasta el 22 de agosto de 2010 (http://lc-architects.blogspot.com/2011/06/medical-animation-heal.html) y en ella hablabamos, entre otras, de la ciudad fantasma (la formada por edificios vacíos y abandonados), la ciudad desigual (la habitada por desfavorecidos), la ciudad ilegal (habitada por gente sin derechos), la ciudad fracasada (formada por edificios a medio construir, deshabitados, arruinados o ejecutados) y, al hilo de lo que hoy quiero volver a recalcar, la ciudad financiera, aquella en la que sus ciudadanos son reconocidos, no por el lugar en el que nacieron sino por la clase económica a la que pertenecen: tanto tienes, tanto vales.
El artículo que hablaba de la ciudad financiera, terrible pesadilla, se publicó el día 27 de mayo de 2010 y hoy, desgraciadamente, es más verdad de lo que lo era entonces:
Acabo de llegar al centro de recepción de visitantes de la ciudad financiera del BCST, la comunidad interestatal mejor calificada por el FMI. Mi pasaporte azul, el reservado a los trabajadores y familiares de las corporaciones del G24, me identifica como residente del primer mundo financiero y no preciso hacer las largas colas de acceso de quienes trabajan en empresas de la construcción (pasaporte naranja), en el sector servicios (pasaporte verde) o en entidades comerciales de ámbito local (éstos últimos sólo están autorizados a entrar en la ciudad financiera si muestran la preceptiva carta de invitación y, por supuesto, la necesaria tarjeta de crédito de color plata o superior).
En el mundo existen 35 ciudades financieras como ésta.
Se trataba, por supuesto, de un cuento inquietante (http://lc-architects.blogspot.com/2010/05/nuevas-ciudades-del-mundo-3-la-ciudad.html), pero absolutamente real y próximo.
Luis Cercós (LC-Architects)
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