Poco a poco, día a día, semana a semana, la fachada de la antigua casa Goycolea, en la calle Compañía, entre Teatinos y Morandé, en la zona típica "Plaza de Armas" del centro histórico de Santiago, va recuperando los colores y texturas que le dieron el arquitecto y los artesanos que la construyeron originalmente, allá por el último cuarto del siglo XIX. Materiales y colores que estuvieron ocultos durante una centuria.
viernes, 14 de diciembre de 2012
Casa Goycolea, visita de hoy
Poco a poco, día a día, semana a semana, la fachada de la antigua casa Goycolea, en la calle Compañía, entre Teatinos y Morandé, en la zona típica "Plaza de Armas" del centro histórico de Santiago, va recuperando los colores y texturas que le dieron el arquitecto y los artesanos que la construyeron originalmente, allá por el último cuarto del siglo XIX. Materiales y colores que estuvieron ocultos durante una centuria.
El recuerdo se asemeja a una cebolla que
quisiera ser pelada para dejar al descubierto lo que, letra por letra, puede
leerse en ella. Günter Grass, Pelando la Cebolla, 2007