lunes, 1 de abril de 2013
Así nos ven, así nos vemos (esto último es peor)
Entrevista a Giancarlo Carnevale, Decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Venecia (revista EMB Construcción, nº 125, octubre 2012, www.embconstruccion.cl)
¿Que valor se le da al patrimonio arquitectónico en Chile?
Me parece que en Chile y en Italia existe un concepto muy diferente. En Italia, la herencia histórica tiene más de 2000 años y la protección es muy potente. Es así como la Superintendencia de Monumentos tiene un poder muy fuerte, que tiene herramientas para detener cualquier tipo de proyecto de construcción. Invitado a nuestra universidad, el arquitecto Felipe Assadi dijo que Chile no tiene mucha historia, pero sí tiene mucha geografía; por eso, me parece que aquí la herencia más interesante debe basarse en la forma en que se conforma la organización urbana. Tal vez este país no cuenta con tantos monumentos, pero su legado constituye un documento que debe ser preservado, porque es testigo de un momento histórico.
¿Qué ocurre con la disyuntiva de cambiar una obra vieja por una nueva?
Eso ha pasado siempre en la historia de la arquitectura. Existe una urgencia por resolver ciertas situaciones críticas que legitiman cualquier decisión final. Obviamente, se plantea una lucha entre política y economía, que muchas veces deja fuera a la arquitectura. Para mí, el problema es sencillamente la calidad. Si esta obra nueva que se construye tiene calidad es justo que reemplace a algo más viejo. La calidad debe ser el primer valor a defender.
¿Que valor se le da al patrimonio arquitectónico en Chile?
Me parece que en Chile y en Italia existe un concepto muy diferente. En Italia, la herencia histórica tiene más de 2000 años y la protección es muy potente. Es así como la Superintendencia de Monumentos tiene un poder muy fuerte, que tiene herramientas para detener cualquier tipo de proyecto de construcción. Invitado a nuestra universidad, el arquitecto Felipe Assadi dijo que Chile no tiene mucha historia, pero sí tiene mucha geografía; por eso, me parece que aquí la herencia más interesante debe basarse en la forma en que se conforma la organización urbana. Tal vez este país no cuenta con tantos monumentos, pero su legado constituye un documento que debe ser preservado, porque es testigo de un momento histórico.
¿Qué ocurre con la disyuntiva de cambiar una obra vieja por una nueva?
Eso ha pasado siempre en la historia de la arquitectura. Existe una urgencia por resolver ciertas situaciones críticas que legitiman cualquier decisión final. Obviamente, se plantea una lucha entre política y economía, que muchas veces deja fuera a la arquitectura. Para mí, el problema es sencillamente la calidad. Si esta obra nueva que se construye tiene calidad es justo que reemplace a algo más viejo. La calidad debe ser el primer valor a defender.