Arturo Vega, el artista autor del logotipo de la banda de rock Ramones ha muerto en los EE.UU. este fin de semana. Su fama le llegó por casualidad. Cosas de la amistad. Diseñó el emblema para pagarse las giras con Ramones. Él lo contaba así:
"Estaba yo pintando a principios del 73 cuando un muchacho abre la puerta de mi loft y dice:
- Hi, I'm Dee Dee, what's up? (Hola, soy Dee Dee, ¿qué tal?). Cada vez que vengo oigo la música que estás poniendo y quería saber quien eres".
Desde esa década de los 70 y hasta el final de su vida, Arturo Vega vivió en ese mismo departamento de New York
Los conciertos de Ramones llegaron un poco después. Arturo les acompañó en la compra de los instrumentos, les acogió en casa y asistió al primer concierto de la banda:
"Aquel concierto fue sorprendente, energético, tal vez demasiado caótico. Me dejó con la boca abierta y con la sonrisa en la boca. Una reacción visceral. Era totalmente nuevo y no entendíamos nada. Pero me encantó".
Arturo Vega era conocido como el quinto Ramone. Solo faltó a dos de los 2263 conciertos del grupo. Y en todos ellos vendía sus camisetas con el logo.
"Se vendían como pan caliente".
Los Ramones nunca hicieron un contrato con un grupo de propaganda y durante toda su vida, Arturo Vega recibió un 10% de las ganancias. El logo del águila con el bate de béisbol es hermoso, pero lo traigo a este blog por un tema interesante: las falsificaciones.
Muchas de las camisetas de Ramone no son oficiales, pero Arturo Vega adoraba las falsificaciones:
"Me da mucho gusto que las pirateen. Para mí es como ser homenajeado. Se usa tanto ... en México hay camisetas cristianas, otra que dice "México: Hidalgo, Morelos, Zapata y Villa". Debería haber juntado todas las camisetas piratas del grupo y haber hecho una colección y una exposición. Sí, que me las manden y yo les mando cinco o diez camisetas auténticas de Ramones".
Vocación y destino. Eso es la felicidad.
"El rock & roll fue siempre mi faro de luz, mi guía. Lo descubrí por casualidad, trasteando con una vieja radio en la que sonó, de pronto, Elvis Presley cantando Blue Suede Shoes. El rock se convirtió en un símbolo de inspiración, de felicidad, de alegría y de misterio. Era lo desconocido, la promesa de un mundo mejor".
Fuente: El País. Edición América Latina. Vida & Artes. Página 31, jueves 13 de junio de 2013.
