Reconozco que tengo una enorme ilusión ante la final del próximo domingo: por mi mujer (que se me ha descubierto como una apasionada mundialista y que tras la decepción argentina y la dignísima derrota uruguaya, se ha convertido en seguidora de estos pequeños “gallegos” que juegan tan bien); por mis dos hijas mayores (que, aunque no pueden ver los partidos conmigo, me cuentan que los viven con las caras pintadas y gritos de emoción) o, por los dos pequeños, que ya llegará el momento en que se asomen a esto del fútbol).
Pero fundamentalmente porque la selección está jugando bien; por todo un país (España, el mío al fin y al cabo) que lo está pasando mal, muy mal, y que merece olvidarse durante unos días de problemas, política, economía y de finanzas y, sobre todo, por un seleccionador con el que, por fin, me identifico y que ha conseguido ensamblar un equipo de todos y para todos.
Motivos tendría Vicente del Bosque para “agrandarse” y no lo hace: le despidieron por la puerta de atrás del Real Madrid, tras toda una vida en la casa blanca (4 ligas y 4 copas del rey como jugador; 2 copas de Europa, 2 ligas, 1 supercopa de España, 1 supercopa de Europa y una copa Intercontinental como entrenador):
“Hay entrenadores que no necesitan levantar el dedo índice y dar la vuelta al ruedo tras superar una eliminatoria europea en campo ajeno. … Su carisma es otro. … Es el caso de Vicente del Bosque, que podría sentirse en la cima del mundo, pero alcanza una final mundialista, se abraza con su fiel Toni Grande y acude en búsqueda de su colega derrotado, Joachim Löw, con el que estrecha la mano de forma afectuosa y educada”. (EL PAÍS, 9 de julio de 2010, deportes, página 49)
Nacido en 1950, castellano viejo y sobrio, hijo de un ferroviario republicano y derrotado, ha sido el único seleccionador de la Copa del Mundo 2010 que nunca felicitó a los jugadores que cambió; el único que no celebró ostentosa y aparatosamente los goles que su equipo marcó; el único que no participó con el resto de la plantilla después de los triunfos.
Si alguna vez me vuelve tocar a ganar, espero saber hacerlo como Vicente del Bosque. Ojalá traigáis la Copa del Mundo a España.
Luis Cercós (LC-Architects)
http://www.lc-architects.com
luiscercos@hotmail.es
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