Por Álvaro García.
El arquitecto francés Emmanuelle Moureaux ha realizado un mini banco de vanguardia, con carácter distendido, muy diferente a la formalidad de las instituciones financieras actuales.
En un barrio al final de la Línea Yamanote, en Tokio, el arquitecto francés Emmanuelle Moureaux finalizó la obra de la segunda instalación de un minibanco de vanguardia. Su último trabajo, El Tokiwadai de Sugamo Shinkin Bank, es un aireada y placentera construcción, que, está destinado a eliminar la intimidación atmosférica que se da en las instituciones financieras.
Dejando de lado todas las señales de agresividad, el edificio es identificable por sus colores brillantes, sus ventanas rítmicamente ubicadas en la fachada. Moreaux creó una fachada de aluminio, blanca y fresca, puntuada por una serie de agujeros. Entre la fachada de aluminio hay un espacio de un metro que aloja la estructura que soporta el edificio y provee a las oficinas de pequeños "bolsillos" de vegetación.
Se siente la tensión y el nerviosismo en los bancos tradicionales, por eso se crea este espacio donde la gente pueda sentirse más relajada, explica el arquitecto. Siete patios con espacios con arboles dibujados en colores penetran en el salón del banco invitado a la gente a acercarse a la luz y el color.
Sillas en 14 colores diferentes , y muros en colores impresos aseguran un ambiente más relajado, menos agresivo, más alegre y cálido. Un tercer banco de estas características ya se está pensando en otra región.
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