
Sobre quien ganó o perdió, depende de los colores de cada uno, que en esto de la política o de la religión, pasa lo mismo que con el fútbol. Cada uno ve el partido según sus simpatías.
No voy a estar en España el día de las elecciones y lo siento. Debería haber solicitado el voto por correo, pero no tenía previsto este próximo viaje. El debate me tranquilizó. En lo que a mí respecta, me sirvió, no tanto para decidir mi voto, sino para aceptar el cambio de rumbo que aparentemente va a llegar. Tengo serias dudas sobre lo que va a llegar, pero entiendo y acepto la decisión de una mayoría que votará con ilusión, a pesar de que el ajuste va a ser tanto o más duro que lo que ya hemos pasado. No hay más que mirar las duras políticas de ajuste y restricción que están férreamente aplicando los gobiernos regiones constituidos con posterioridad a las elecciones municipales y autonómicas del pasado marzo.
Y si no se abre el grifo, el agua no saldrá por las tuberías. Dificilísimo dilema, inversión pública que reactive la economía o ahorro estricto que reduzca el déficit nacional. La previsión, muchos meses por delante de ajuste y dificultades.
Luis Cercós (LC-Architects)
Madrid – Buenos Aires
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