El revoco histórico (un excelente liso lavado realizado hacía 1880 por excelentes maestros artesanos) se encuentra perfectamente adherido y carbonatado, lo que le convierte hoy en una delgada capa pigmentada de carbonato cálcico de dureza similar a la piedra caliza natural a partir de la que se obtiene la materia prima de este tipo de revestimientos: el óxido de calcio (cal viva).
Esa dureza superficial permite nos permite eliminar las capas de pintura mediante proyección de agua a presión, lo que además garantiza la adherencia del revoco que permanece sobre la fachada. Pero no todos los restos de las 7 capas de pintura se elimina fácilmente y es preciso hacer un repaso manual para eliminar los restos de pintura más antiguos y adheridos.
El resultado es sorprendente.
Luis Cercós
Moguerza Constructora SpA
Departamento de Restauración
Centro Histórico, Santiago, Chile