Jorge Sanz es un actor español, antiguo niño prodigio, con más de 70 películas a sus espaldas, las 15 últimas perfectamente prescindibles. Tiene solo 41 años y ha conocido el éxito espectacular y los días de penurias. Últimamente parece resignado a permanecer durante un tiempo más entre estos últimos. Ha vuelto
Jorge Sanz a la palestra a propósito de una serie de televisión, mitad ficción, mitad realidad, dirigido por su amigo
David Trueba, que se emitirá próximamente por televisión (
Canal +). Se llama la serie,
¿Qué fue de Jorge Sanz?
Jorge Sanz se ha hecho mayor, como todos nosotros por otra parte. En un momento de la trama le dice a su hijo ficticio: “cuando te vistas de Superman, ponte un calcetín en el paquete” (en la entrepierna, para los hispanohablantes del otro lado del Atlántico).
Entre los años 1983 y 1989, John Travolta, antes prácticamente infalible, sólo logro protagonizar tres películas que fracasaron estrepitosamente: Tal para cual, Perfección y That’s Dancing!
En 1989 estrenó, junto a
Kirstie Alley, la comedia
Mira quién habla, que tuvo gran éxito comercial, pero habría de llegar
Pulp Fiction (
Quentin Tarantino, 1993), para que volviera, esta vez para no salir más, al
Olimpo.
Hoy, cuando es considerado un ícono absoluto y su caché actual está estimado en 20 millones de dólares, Travolta añora los años ochenta, aquellos en los que fundamentalmente hizo realidad su sueño de volar.
El éxito casi nunca es permanente. El fracaso suele ser mucho más fiel.
¿Cómo se mide el éxito? La sociedad intenta que lo hagamos, casi exclusivamente, en términos económicos. Si el saldo medio de tus cuentas es notable, eres un hombre de éxito. Si no es así, no te acerques por aquí, no vaya a ser que nos contagies tu mala suerte.
Ayer domingo, EL PAÍS SEMANAL sacó en portada a Emilio Botín, perfectamente franqueado por la comisión ejecutiva del Banco de Santander. “Retrato del poder” se titula el reportaje y aunque la mayoría de las veces los poderosos evitan ser fotografiados hoy han hecho lo contrario: mostrarse.
Me sorprende encontrar entre los 13 elegidos para la gloria, a 2 ex ministros del gobierno de España: Isabel Tocino, titular de la cartera de Medio Ambiente entre 1996 y 2000, y Abel Matutes, que lo fue de Asuntos Exteriores en ese mismo periodo. El salario medio de un ministro de España es mucho menor que el de consejero del Banco de Santander, por lo que es mucho más exitoso ser lo segundo que lo primero. ¿O es que lo primero es escalón necesario para acceder a lo segundo? ¿Por qué razón un banco situado entre los Top Ten del mundo necesita de ex políticos aparentemente defenestrados?
Miro la fotografía de la cúpula del Santander y a pesar de que dudo de la calidad de sus noches de amor, me da la sensación de que se sienten toreros o bien, siguiendo el consejo de Jorge Sanz, se han fotografiado también con un calcetín en el paquete.
Luis Cercós (LC-Architects)
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