Todos queremos ser otro, pero muy pocos dejan salir al exterior su yo secreto.Y siempre nos parece que el jardín del vecino es más verde que el nuestro.
Hasta el día en que nuestro vecino nos invita a tomar el té en su jardín.
O viceversa.
Luis Cercós (LC-Architects)
http://www.lc-architects.com/
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