
Ser cartero ya no es tan bonito como antes.
Me contaron una vez que un día un solanero marchó a Madrid y todos los días escribía una carta de amor a su novia.
Todos los días el cartero de La Solana llevaba una carta a la casa de esa chica.
Y esa chica se casó, dos años después.
Pero con el cartero de La Solana.
Luis Cercós (LC-Architects)
http://www.lc-architects.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario