
Está de paso B-16 (escrito así, como si de un arma de guerra santa se tratase) por España (ayer Santiago de Compostela, hoy Barcelona) y muchos somos, cada vez más, los que ya no le esperábamos. No porque tengamos nada contra él, sino por la manera en la que no ha intervenido en asuntos en los que debería haber sido mucho más intransigente (http://lc-architects.blogspot.com/2010/10/verguenza-divina.html). Entre otras cosas.Como se espera de un bombardero, B-16 ha venido en son de guerra: o estáis conmigo o estáis contra mí y así, Ratzinger, como ya podréis suponer a estas alturas del párrafo, subrayó ayer el valor de la familia como “núcleo de la sociedad”. Curioso que este hombre sea mucho más conocido todavía por su apellido (Ratzinger) que por el puesto que ocupa (Papa). Caso singular en la historia reciente. Por algo será que no convenza ni a los suyos. Primer Papa que llega a España y no cuelga el cartel de "no hay localidades".
"Los 6000 polícias y los 200.000 visitantes han asustado a la gente. El Papa no ha venido para que los políticos tengan un rédito electoral. Hay una purificación en la fe y aquí está el que realmente quiere estar" (Diego Pérez, sacerdote del Opus Dei, diócesis de Tui, Vigo).
Para B-16, la sociedad debe ser religiosa y, a ser posible, de la suya. Para mí, la sociedad debe ser absolutamente laica (independiente de cualquier organización o confesión religiosa).
Pero mientras a mí no me importa que él viva como le dicte su dios, él a mí no me concede el mismo derecho.
Luis Cercós (LC-Architects)
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