lunes, 17 de octubre de 2011
Cafe St Regis (Paris, Ile St Louis)
Temblando de frio como estaba después de trabajar un poco en el jardín trasero de Notre Dame y antes de recogerme, he pensado que quizá un “chocolat chaud” pudiera ser una buena idea para endulzar y calentar un día que, París aparte y un chateo con mi mujer, ha sido mucho más difícil que lo que suponía. El camarero me ha ofrecido una "mille feuille" y no he podido declinar la invitación, pues hoy, no había tenido tiempo de comer (8'50 euros, el chocolate, especial de la casa, 5,10).
Estando como estaba en la Ile St. Louis tenía que cruzar uno de los puentes sobre el Sena para llegar a casa y el destino me ha llevado al café St. Regis. Bueno, el destino y los delantales blancos y las corbatas, pantalones y tirantes negros de sus amables camareros. El suelo del café, ajedrezado blanco y negro, como el primer hotel boutique que diseñó Andrée Pullman en New York (hotel Morgan’s). Perdonadme si no escribo bien los nombres, pues lo hago rápido y sobre la marcha.
El wi-fi gratis que ofrece el café, sus viejos y hermosos muebles de madera, los azulejos blancos del arrimadero y la magia del lugar me ha hecho quedarme y acabo de pedir algo de cenar: un huevo frito sobre una hamburguesa de carne y unas deliciosas patatas fritas servidas en un cucurucho de papel sobre un pequeño cubito de acero (steak à cheval, 16'50 euros). Humilde y económica cena. Solo como estoy, con este ordenador y el msm como compañía, no podía elegir un mejor lugar en el que pasar la soirée.
El café Sr Regis es el del toldo claro y letras rojas que se ve en la fotografía. Haz un alto en el camino si estás por aquí y entra. Acogedor lugar.
Luis Cercós (LC-Architects)
París – Madrid – Buenos Aires
Estando como estaba en la Ile St. Louis tenía que cruzar uno de los puentes sobre el Sena para llegar a casa y el destino me ha llevado al café St. Regis. Bueno, el destino y los delantales blancos y las corbatas, pantalones y tirantes negros de sus amables camareros. El suelo del café, ajedrezado blanco y negro, como el primer hotel boutique que diseñó Andrée Pullman en New York (hotel Morgan’s). Perdonadme si no escribo bien los nombres, pues lo hago rápido y sobre la marcha.
El wi-fi gratis que ofrece el café, sus viejos y hermosos muebles de madera, los azulejos blancos del arrimadero y la magia del lugar me ha hecho quedarme y acabo de pedir algo de cenar: un huevo frito sobre una hamburguesa de carne y unas deliciosas patatas fritas servidas en un cucurucho de papel sobre un pequeño cubito de acero (steak à cheval, 16'50 euros). Humilde y económica cena. Solo como estoy, con este ordenador y el msm como compañía, no podía elegir un mejor lugar en el que pasar la soirée.
El café Sr Regis es el del toldo claro y letras rojas que se ve en la fotografía. Haz un alto en el camino si estás por aquí y entra. Acogedor lugar.
Luis Cercós (LC-Architects)
París – Madrid – Buenos Aires
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario